Dice Ìmör®: Quiero contarte…

Hoy amanecí con la idea de quererte contar algo… 

Pero no sé cómo hacerlo… a ver si en el día se me ocurre cómo…

Pero es extraña esa sensación… ¿sí sabes cómo, no?!…

Pero, no sé… como que me cuesta asimilar las palabras para escribir…

Pero es más, ni si quiera sé si debería de estar escribiendo…

Dice Ìmör®: Creo que mejor me lo pienso antes de confundirme…

Dice Ìmör®: Y zaz!… llegó como rayo…

Y sí, así llegó, como rayo, como ráfaga ondulante… sin ser violenta, pero sí con una gran fuerza que ligeramente azotó los cimientos en los que se posaban mis pies…

Hace unos cuantos meses que no pasaba… pero así, tal cual cayó el día de hoy… y dicen que todo pasa por un por qué… todo tiene una lógica y un orden, un método, un inicio y un fin, pero sin embargo, en esta ocasión no sé cuándo llegó, cómo sucedió, parecería contradictorio, pero resultó que hoy, se decidió y atacó…

Vaya golpe!… tan duro que mire usted lo que son las cosas, hoy me encuentro en el dilema de la escritura, la lectura, la interpretación, razonalización y asimilación del tema… 

Coño!… me he sorprendido de las múltiples formas de transformación que han surgido a partid de los meses, de los años, de la espera de no encontrarme haciendo esto… 

Escritura rasgo de lo que pienso, siento, veo, digo, escribo… así me ha dejado esa sensación que ahora regresó… 

Dice Ìmör®: Gracias a ti que lograste hacer posible volver esas sensación de necesidad de tener que escribir, sin tener la necesidad de ser leído…

Dice Ìmör®: Si se siente como se ve…

Así se siente cuando uno termina algo… una veces mejor que otras…
pero en algunas, por no decir la mayoría, persiste una sensación de ésas, como de nostalgia…
de añoranza, de ensueño… por no decir de vacío…

Vacío de irse, de no tener nada, de no dejar nada, de solo ver los rastros de lo que fue, de lo fuiste de lo que éramos, de lo que quisimos ser…

Así se ve, cuando uno da vuelta a la página y comienza de nuevo… ¿comenzar de nuevo?… qué difícil… pero qué necesario…

Más de una vez hay que comenzar de nuevo, a llenar a reunir, a volver a hacer y desahacer…

A poner un cuadro, una maceta, una plantita nueva que regar…

Pero mientras… se vive con esa sensación, con esa cosa que uno no deja en el lugar donde estuvo… se lo lleva consigo y hasta que no has podido volver a llenar, no lo sueltas, no lo dejas ir…

Así se ve, así se siente… y ahora… a lo que sigue… qué sigue?!… uno siempre se hace la misma pregunta: ¿será como era antes?… ¿será igual?… yo quiero que sea mejor… mejor que antes, mejor que siempre… mejor que nunca… así quiero que sea la próxima vez… así quiero que seas cuando llegues, cuando estés… en el aquí, en el ahora…

Así se siente cuando uno tiene que volver… porque para volver hay que irse, hay que dejar o traerse un poquito… aunque sea una fotico… aunque sea el puro recuerdo del olor a humedad de los árboles, del ambiente que se quedó donde tú estuviste, viviendo, soñando, comiendo, riendo, llorando, festejando, trasnochando, fumando, jugando, escribiendo; perdiendo el tiempo y volviéndolo a aprovechar…

Así se siente cuando se quiere algo que tienes que dejar… así se queda eso que alguna vez fue, que alguna vez hiciste…


Dice Ìmör®: Sí, se siente como se ve… a veces lleno o a veces vacío… como el vaso con agua: medio lleno o medio vacío… tú ¿cómo lo ves?…

Dice Ìmör®: Al final del dia…

Todos los días… al final del día… muchos tenemos que volver a casa… terminar la rutina, terminar con lo hecho, lo dicho, lo pensado, hasta lo que no hemos querido hacer, también, al final del día, terminamos por dejarlo como estaba o como decidimos que fuera…

Este día… cuando llegó a su fin, con él llegó el fin de muchos otros sucesos… se acabó una película, se acabó un trabajo, se cumplió un sueño prometido… se acabó la angustia, la tristeza, aunque comenzó la melancolía…

También ese día terminé con muchas cosas que nunca empecé… que nunca iban a comenzar y que por consiguiente sólo se iban a quedar ahí plasmadas en un instante que se quedó en medio del llano…

Al final del día, lo más reconfortante es pensar que viene la noche, viene la calma, la reflexión un momento para hacer ahorrar fuerzas y volver a comenzar… justo cuando el nuevo día comience y despunte el sol por el alba como todos los días, hasta el último de nuestras vidas…

Así, sólo así, lo más maravilloso es poder sentarse y pensar que un día acabó, satisfecho, cansado, triste, nostálgico y con ganas de no quererse ir para nunca volver a ver esas caras y rostros que sabes que también harán lo mismo… pero, sólo la única razón para evitar pensarlo es que habrá un día siguiente… amanecerá de nuevo y así llegará el final del siguiente día…

Dice Ìmör®: Sentarse a contemplar los pequeños detalles de un día, pueden hacer cambiar el curso de los siguientes… ver, irse al sol con todo lo que sucedió en ese momento es como un acto de purificación… se acabó… me quito la ropa sucia y mañana me pongo una limpia… sé presente, sé momento, sé así cada día… hasta el final de ese mismo día…

Dice Ìmör®: BAJO EL MISMO CIELO

Este mensaje fue creado de una serie de días en los que no había otra cosa más que mirar al cielo… y después de mirar al cielo la irremediable necesidad de voltear hacia abajo para darse cuenta de lo pequeñitos que somos y de lo mucho que fantaseamos con ser grandes…

Bajo el mismo cielo, todas las casa tienen techo…

Bajo el mismo cielo, todos los árboles son verdes…

Bajo el mismo cielo, los mares se ven azules…

Bajo el mismo cielo, estamos tú y yo…

Bajo el mismo cielo, todos somos iguales…


Dice Ìmör®: Observa cinco minutos seguidos el cielo y dime qué ves…

Dice Ìmör®: Los bares cierran, justo cuando uno siempre quiere beber más…

Canciones tristes, recuerdos para llevar al olvido… amores y desamores con música de fondo que a cada estrofa nos dicen que ella se fue… o que él se enamoró de otra… qué bonito es lo bonito… diría un célebre poeta…

Poetas Los Tinajas… a ver qué les parece su video de la producción que se hizo en Chihuahua de un corto muy bueno… La que vuela… con Vanessa Bauche y Juan Ríos… dirige Alejandro Ramírez… y edito yo merengues… el Ìmör o el Iván Morales M.… ahí les dejo…

Dice Ìmör®: Cosa de tomarse en serio…

Como siempre el bla, bla… y el que le digo y que me dice… y que si sí… y que si no… y el que quizá y que ésto y el otro… bah!… puras güevonadas!!… Ahora sí… vamos tomando más en serio esta verborrea que de algo nos sirva, que como dice una amiga: "que es gratis"… "que no seas codo, escríbeme más"… "que si te da flojera, está bien"… "que si te ayuda también"… "que si practicas tu horrografría"… "que todo eso que está ahí, algún día hará un libro"… -sí, cómo no-… "que está de moda, ahora todo mundo tiene un blog"… Bah!!… güevonadas!… sí, es cosa de tomarse en serio, pero también de ser sincero y no hacer la gañanada de escribir abusando de la inteligencia de los que te lleguen a leer… porque entonces, pa´ qué escribir?!… tiene que ser bonito, con sentido, con feeling… será que por eso no me da escribir tan seguido?!… qué será?!… bueno, lo que sea, es…

Ahora por lo pronto renovar el diario de escritos e ir viendo qué tanto podemos poner aquí de allá y de por acá… A los lectores, que leen… siéntanse eternamente libres de porqué no dejar unas cuantas letras… recuerden… son gratis, no cuestan y se siente chido… jajajajajaja… pa´l que dice que también tiene su cucharón -corazón por aquello de los distraídos- aunque sea de peltre y medio abollado… Hasta dentro de poquito… léanse bien!…

Dice Ìmör®: qué chistoso, de las idas y los regresos, de nuevo regreso… de una ida en donde, ya había escrito que me había movido, hace algún tiempo… pero, ahora será que sí me la tome en serio?!… eso cosa de sentirlo… tiempo al tiempo…

Dice Imor®: El ataque fue mortal…

No sólo se conformó con atemorizar a unos cuantos…

Sus victimas… no soportaron su frustración…

Desafortunadamente, al parecer todos sobrevivieron…

Dice Imor®: El reno que se perdió…

Hoy apereció misteriosamente…

En la puerta con su presencia a destiempo…

Maltratado y con pocas posibilidades…

Sobrevivió a un día de furia… calor, humedad y uno que otro desubicado, que como él, a destiempo quizó hacer lo que antes no pudo…

Así tocó la puerta, dejó entrever a algunos su dudosa procedencia, después sólo puso su carita triste y se puso a reflexionar… los demás lo miraron, cruzaron dos palabras y después… todo se acabó…

La puerta se cerró y él de nuevo se quedó esperando, esperando, como hace unos meses, esperó a que llegara otra oportunidad…

Ésta, quizá haya sido su última oportunidad… y lo más triste es que no depende de él…

¿Lo conseguirá?!…