Dice Imor®: Cuando las letras se acaban…

Justo ahora, se ma acaban de terminar las letras para escribir unas cuantas cosas, que en ocasiones también tienen que ver no sólo con la escritura, sino también con el habla, y que están relacionadas con la figura femenina, perdición y gloria de los hombres…

Es tan difícil, tan doloroso (leyeron eso de d-o-l-o-r-o-s-o, la misma palabra de 8 sílabas con puras o´s escrita el mismo día algunos minutos después)… escribírle, decírle algunas cosas, no muchas, pero las necesarias para expresar algunas ideas, pensamientos, sentimiento, cosas que surgen y que mueven esas fibras medio sencibles que de vez en cuando no dejan de vibrar por alguien… en este caso, por una mujer, una chica, una señorita, una bella damita…

Pero no es un caso específico… son varios, es una repetición constante, involuntaria, como cuando estás nadando y tragas agua y sientes que te ahogas pero sólo es un pequeño buche que no dejas pasar bien, porque es agua salada y no es agradable al gusto; la analogía hace la sensación más dulce de lo que podría ser, pero en verdad que hasta me ha pasado que ese buche se convierte en desesperación de no poder decirle a la mujer, a la chica, a la señorita, a la bella damita… lo que ha causado en mí…

En la calle, en el metro, en el cine, en un bar, en México, fuera de México, en cualquier parte donde esté, la sensación es la misma y sólo me causa un pequeño estrago que se queda una eternidad mientras ella desaparece, hasta que vuelve a regresar siendo otra. Cabello largo, corto, rizado, liso, teñido o natural, ojos grandes, pequeños, de color o negros como mi conciencia, boca que invita a muchas cosas, pero menos a la más importante que es a hablar… cuerpo, delgado, un poco más robusto, muy, pero muy bien formado, o más bien, normal, pero que hace pensar de más y con poca genealidad en un piropo de poca efectividad, pero que nutre el deseo por ella… claro, hasta que de nuevo se va y regresa siendo otra…

Regresa y se va y con ella, se van las letras, las frases y su imagen para adular… a veces me veo tan solo, nada más viendola y no acercándome cuando puedo o cuando no, hasta que se va…

Así, las letras se acaban y con ellas, se acaba por el momento la angustia de decirle a esa mujer, chica, señorita, bella damita… qué hace usted con lo poco que me queda de racionabilidad para seguirla admirando…

Att´n
Imor®
The word it´s not enought