Nacimiento de la irracionabilidad de mis letras y las de los que quieran sumar sus irracionales experiencias…

Monday, February 21, 2005

Dice Imor®: Habana Nights Vol. I

Es difícil procurar hablar o relatar las experiencias aprendidas de un viaje, físico y no astral (todavía no sé que es eso), pero en esta ocasión y como en algunas otras tantas nunca falta quien pregunte de nueva cuenta para saber cómo me fue en Cuba, hoy me tomo el atrevimiento de compartir en una serie de escritos, lo que yo sentí y viví en esta última experiencia de dos meses en Cuba.

Capítulo I
ESE OLOR A HABANA

Excitante y como siempre placentera es la sensación de sentir la partida hacia un lugar completamente distinto, agreste y surrealista, tanto como nuestro México, sin embargo, mi descripción se quedaría obtusa si sólo me limito a relatar pequeños detalles meramente descriptivos de estas sensaciones, que una vez que estaba trepado en el avión junto con mi amigo Luis Berman, se arremolinaban en mi cabeza.

Por un lado el reencuentro con los amigos, el reencuentro con el sistema, con el sublime Ron y el Tabaco, con su gente, con sus mujeres y por supuesto con el cine, todo esto aderezado con un delicado sabor a tradiciones, religión y misticismo inevitable cada que cualquier nuevo visitante llega a Cuba.

Irremediable sensación de regresar a un lugar que quizá ya había habitado en alguna vida pasada, cotidianeidad latente, Déja Vú!!… así lo describirían algunos, sin embargo yo, me sigo quedando con mi muy apacible concepto de adaptabilidad al ambiente, al lugar y las costumbres, aunque bueno, eso se podría quedar abierto para nuevas interpretaciones.

Humedad superior en el Aeropuerto José Martí, aterrizaje liviano y ya estamos en la ventanilla de migración, recogiendo el equipaje y las debidas reglas que hay que cumplir cada vez que uno llega a Cuba. De ahí, salida, Gate No. 1, o la única que hay en el Aeropuerto; de inmediato la labor, localizar un taxi que nos lleve del Aeropuerto al campo, o sea, a la Finca de San Tranquilino, residencia de la Escuela Internacional de Cine y Televisión.

San Antonio de los Baños es un apartado de la Ciudad de la Habana que se encuentra más o menos a unos 40 kilómetros de La Habana, ahí hace como más de unos 16 años se fundó la Escuela de Cine (escala número uno, obligada) e ir del Aeropuerto a la escuela toma aproximadamente unos 25 minutos en un Taxi de los modernos, o en una camionetita de esas tipo Van que transportan turistas desde el Aeropuerto a todas parte de Cuba, a excepción de los lugares más lejanos. Costo del Viaje, del Aeropuerto a la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños: $30 Dólares.

Camino a la escuela, contexto rural, mágico, lleno de todo lo que nosotros no tenemos, pero sobre todo, la experiencia de conocer a nuestro chofer en turno, me recordó de momento mi estadía en la Isla de hace unos cuantos meses atrás, en donde un taxista te puede decir o platicar la historia de tu país en tres segundos, cuando tú a penas si recuerdas que los días festivos caen en puente y no importa nada más. Dato cultural, esto no quiere decir que los taxistas sean desempleados o que ostenten títulos universitarios y que estén en ese trabajo porque no les queda de otra, ya que en Cuba hay un sistema de rotación laboral de 24 o de 48 por 24 horas de trabajo en donde a pesar trabajar como taxistas, algunos son médicos o profesores o ingenieros, cómo es el caso de mi amigo, el Sr. Omar, que es médico perinatólogo y que también utiliza su auto particular como taxi en sus tiempos libres.

Llegada a la escuela de Cine después de hacer el recorrido junto con Luis y con Ridardito, nuestro taxista en turno. Escuela devastada, golpeada, apabullada por la naturaleza. A penas mes y medio antes el huracán Charlie, destrozó todo a su paso desde la parte oriente de Cuba hasta el Occidente, causando desgracia y destrucción a su paso, esto incluyó a la escuela de cine, que no era la misma que yo conocí en el mes de marzo cuando por primera vez puse un pie en sus instalaciones.

Así, la llegada a la escuela, y los recuerdos de lo que era hace unos meses de repente se relacionaron con todas las cosas que en el camino a ella, pude ver con respecto a los daños del huracán. Muy importante es decir que San Antonio de los Baños es un pueblo netamente dedicado a la agricultura, cosa que en ese momento no se podía ejercer en su gran extensión de la palabra, por obvias razones. Bueno, henos ahí nosotros parados en la puerta de la escuela y un movimiento de varios extranjeros que ahí viven y que estudian cine se dejaba ver, algunos conocidos de hace unos meses me saludaron y me reconocieron, otros como siempre, viajando en sus mundos personales propiciados por el aislamiento diario y el bloqueo de convivencia que sufren los alumnos de dicha escuela. ¿por qué?, bueno, porque la escuela está encallada en la nada, la civilización más cercana que es el centro de San Antonio de los Baños está a más o menos unos 10 minutos de ahí y en la parte trasera de la escuela se alcanza a ver una pequeña unidad habitacional que más bien parece estar abandonada y que a pie está a unos 20 minutos, sin embargo, al igual que como la escuela, esta unidad está igual de desligada de todo lo que implica el mood Habanero, lo que proporciona una cierta actitud ascética por parte de sus alumnos.

Pago del taller de Cine Realización efectuado y con un peso menos encima el camino se hace más ligero, menos peligros y sin poner en riesgo nuestro taller, partimos a encontrarnos con ese abominable ser de caderas impresionantes, senos firmes y bondadosos, tremendo sabor y candor en la sangre, que incita a cualquier mortal a perderse noche y día en sus venas, arterias, sabores, olores, sentimientos y sensaciones… tiene nombre y para quien no lo conozca, ese ser se llama: La Habana.

Esta historia continuará…

Att´n
Imor®
Pa´ mi gente, pa´ mi Habana, pa´ mi Cuba…

0 Comments:

Post a Comment

<< Home